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Tratamientos de Aguas Residuales

Los tratamientos de aguas residuales son procesos diseñados para eliminar contaminantes y agentes patógenos presentes en el agua residual antes de devolverla al medio ambiente o reutilizarla para otros fines. Estos tratamientos son fundamentales para proteger la salud pública, preservar los ecosistemas acuáticos y cumplir con los estándares ambientales.

Beneficios

Protección del medio ambiente

Cumplimiento normativo

Reducción de olores y molestias

En esta etapa, se eliminan los sólidos grandes y los materiales flotantes mediante tamizado, cribado o desarenado. Esto ayuda a proteger las bombas y equipos de tratamiento posteriores y facilita la eliminación de los residuos sólidos.

El agua residual pasa por un tanque de sedimentación donde los sólidos suspendidos más densos se depositan en el fondo, formando lodos primarios, mientras que los aceites y grasas flotan en la superficie y son removidos. Este proceso reduce la carga orgánica y la turbidez del agua.

En esta etapa, el agua residual se somete a un proceso biológico donde microorganismos aeróbicos (en presencia de oxígeno) o anaeróbicos (sin oxígeno) descomponen los contaminantes orgánicos restantes en el agua. Los sistemas más comunes incluyen el tratamiento de lodos activados, lagunas de estabilización y reactores anaeróbicos.

En algunos casos, se requieren procesos adicionales para eliminar contaminantes específicos que no se eliminaron completamente en las etapas anteriores. Estos pueden incluir la desinfección mediante cloración, ozonización, radiación ultravioleta u otros métodos para eliminar microorganismos patógenos.

Antes de devolver el agua tratada al medio ambiente o reutilizarla, se desinfecta para eliminar microorganismos patógenos remanentes y garantizar la seguridad sanitaria. La elección del método de desinfección depende de los requisitos reglamentarios y de las características específicas del agua residual tratada.

Una vez completado el tratamiento, el agua tratada puede ser descargada en cuerpos de agua superficiales, infiltrada en acuíferos subterráneos o reutilizada para fines como el riego agrícola, la refrigeración industrial o la recarga de acuíferos.